Beneficios del Drenaje Linfático
El drenaje linfático es una técnica de masoterapia que conlleva la aplicación de masajes suaves sobre diferentes zonas del cuerpo en las que el cliente se encuentre interesado con el objetivo de mejorar la circulación de la linfa y el sistema linfático, consiguiendo con ello numerosos beneficios que más abajo se enumeran. Al conseguir la contracción automática de los vasos linfáticos, se eliminan de manera más rápida y efectiva edemas y otras alteraciones derivadas de una mala circulación de la linfa.
Para comprender mejor su utilidad es importante entender que el sistema linfático tiene dos funciones principales:
- La depuración de las toxinas y sustancias de deshecho del organismo.
- Protección frente a bacterias, virus y otras sustancias extrañas que puedan llegar al interior del organismo.
Para realizar estas funciones, el sistema debe evitar la acumulación de líquidos y la absorción de la grasa y las vitaminas solubles desde el aparto digestivo para transportarlas mediante el sistema circulatorio. Para ello, el drenaje linfático se realiza en forma de masaje, suave y ligero, sobre el sistema circulatorio, persiguiendo el movilizar los líquidos del organismo para la eliminación de las sustancias de deshecho que se acumulan en el líquido que ocupa el espacio entre las células.
Esto provoca que el drenaje linfático sea un tratamiento de referencia en contra de la retención de líquidos, la disminución de la celulitis, los problemas de circulación, las piernas cansadas, los procesos de cicatrización, el acné, los edemas, etc.
Algunos de estos beneficios son el reflejo estético de sus principales características:
- Ayuda a reabsorber los líquidos.
- Tiene una acción sedante sobre el dolor.
- Reduce la inflamación.
- Contribuye a mejorar las defensas del organismo.
- Produce un efecto de relajación, por lo que se recomienda para situaciones de
estrés. - Evitar las bolsas y arrugas.
- Ayuda en los procesos postoperatorios de intervenciones de cirugía estética, ya
que contribuye a acelerar la curación de los tejidos, evita que se produzcan
edemas, reduce la inflamación y el dolor y aumenta la calidad de la cicatriz.
